Noches de bocaccio
Marsé se ha divertido con esto, no me cabe duda. Libro corto, cortísimo, de argumento —será mejor decir ambiente— no ya fácil, sino inequívoco: los escritores, los para escritores y el mundo de la noche. Las barras de bar, el mendigar un puesto en la gloria, un nombre en una portada de Anagrama, una columnita en El País, un hueco en el algún suplemento cultural. Herralde, Barral, Lara, Tusquets. La picaresca —¿única y verdadera tradición española?— y la vida licenciosa…