Tempest
Un Buick se lanza colina abajo en mitad de la noche. El maletero va cargado de whisky procedente de una destilería ilegal al otro lado de la frontera del estado. En el asiento del copiloto una bolsa de arpillera esconde un treinta y ocho y una vieja Biblia. El conductor va sin afeitar, las arrugas de su cara le sitúan en una indeterminada frontera entre los treinta y cinco y los cincuenta años y la canción que tararea inevitablemente hace…